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Certificado energético qué es y que significa la etiqueta a en tus electrodomésticos
Certificado energético qué es y que significa la etiqueta a en tus electrodomésticos

lectura de 1 min

Certificado energético: Qué es y qué significa la etiqueta A en tus electrodomésticos
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¿Te has preguntado alguna vez qué significa la etiqueta A en tus electrodomésticos? Te lo explicamos relacionado con el certificado energético.

La etiqueta energética es un detalle indispensable a la hora de comprar un electrodoméstico hoy en día, tanto por cuestiones medioambientales como económicas: un modelo eficiente consume menos, para beneficio del planeta y de nuestro bolsillo. Pero, ¿sabías que desde 2021 esa etiqueta ha cambiado y se expresa de una manera distinta? En este post te contamos todo lo que tienes que saber para entender las letras que expresan la eficiencia de un electrodoméstico… Pero ojo: este cambio no afecta a todos los aparatos, sino solo a algunos, algo que también explicamos en este post. 

 

 

Nueva etiqueta energética: adiós al A+ y sucesivos

 

 

Si vas a comprar un electrodoméstico, no te asustes: los aparatos no se han vuelto menos eficientes de repente (todo lo contrario), sino que desde marzo de 2021 ha cambiado el baremo para clasificarlos. Por eso, ya no verás una letra A+ en una lavadora, por ejemplo. En la actualidad, se han eliminado los símbolos ‘más’ (+) porque resultaba práctico: según la evolución de los electrodomésticos actuales, que cada vez consumen menos, habría que empezar a clasificar a ciertos modelos como A++++. Y en el futuro, la cantidad de esos símbolos tendría que ser aún mayor. 

 

Por ello, el Reglamento UE 2017/1369 de la Unión Europea ha sustituido el baremo de la anterior directiva europea, con varias novedades. Por un lado, mantiene la escala de letras, pero con algunas nuevas: hasta febrero de 2021, esa escala iba desde la A+++ hasta la D. En cambio, desde marzo de 2021 la escala va desde la A hasta la G, con las siguientes equivalencias aproximadas:

 

 

A+++ → entre B y C 

 

A+ → D 

 

 

Es decir: ahora es más complicado para un modelo conseguir la etiqueta energética A, puesto que para ello debe tener un consumo energético (kWh/año) equivalente al inexistente A++++. Con esta nueva escala de letras, como reconoce el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), se deja “espacio en las categorías más altas para futuros productos más eficientes”, puesto que se espera que los nuevos electrodomésticos consuman cada vez menos electricidad, como ocurre con los modelos más recientes de Grundig.

 

 

¿En qué electrodomésticos se aplica la nueva etiqueta energética?

 

 

Es importante tener en cuenta que la nueva etiqueta energética no se aplica a todos los electrodomésticos. Por ello, si echas un vistazo al catálogo de Grundig, descubrirás que en unos aparatos se emplea el símbolo + y en otros no. Aquí puedes ver la lista de electrodomésticos en los que sí se aplica la nueva escala de letras y qué aspectos se tienen en cuenta en esta nueva etiqueta: 

 

 

Lavavajillas

 

 

Para valorar cómo de eficiente es un lavavajillas, se tiene en cuenta el consumo de electricidad (kWh) por cada 100 ciclos. En cambio, en las etiquetas anteriores a marzo de 2021, se valoraba ese consumo al año. Eso, por cierto, suponía un cálculo en base al consumo medio que no siempre se correspondía con el consumo real de un usuario. Otros parámetros que se valoran en la etiqueta energética son el nivel de ruido (en este caso desde la A a la D, siendo A lo más silencioso) y el consumo de agua, en este caso expresado en litros.

 

 

Lavadoras

 

 

Los parámetros de eficiencia que se valoran en una lavadora son muy parecidos a los del lavavajillas. Es decir, el consumo de electricidad por cada 100 ciclos, expresado en kWh, y el consumo de agua expresado en litros, así como el nivel de ruido según una escala de A a D. Además, se añade la clasificación de eficiencia en el centrifugado, un programa que tiene sus propias características de consumo y que, por lo general, suele demandar más energía.

 

 

Frigoríficos

 

 

Se trata de otro electrodoméstico fundamental en cualquier hogar que, además, ha mejorado mucho en los últimos años en lo que a consumo de electricidad se refiere. La etiqueta energética de este aparato se mide en kWh/año, puesto que, al estar siempre enchufado, sí expresa un valor medio acertado. También expresa su clasificación sonora, de la A a la D.

 

 

Televisor

 

 

Por último, el televisor también forma parte de la lista de aparatos que expresan su consumo eléctrico con la nueva etiqueta energética. Por sus características, suele reflejar letras bajas de la mencionada escala A-G, en base al criterio de cálculo: kWh por cada 1.000 horas. Además, se añade un parámetro específico de consumo con el HDR encendido, pues con este modo el consumo es mayor dado que las prestaciones lumínicas son más exigentes. En cualquier caso, un uso inteligente de este aparato ayudará a reducir su consumo, como programar apagados automáticos o reducir la luminosidad de la pantalla cuando las condiciones del ambiente así lo permitan.

 

 

¿Y qué ocurre con los otros electrodomésticos?

 

 

Por lo que respecta al resto de aparatos, se mantiene la anterior etiqueta energética, puesto que sus baremos siguen teniendo vigencia: en los últimos años, no ha habido cambios tan significativos en lo que a ahorro energético se refiere, de modo que la escala A+++ es aún útil para reflejar su eficiencia.

 

Por tanto, dicha escala se aplica a electrodomésticos tan comunes en nuestros hogares como el horno, el microondas, la campana extractora o los aparatos de aire acondicionado.  En cualquier caso, no es descartable que en el futuro se sumen más electrodomésticos a este cambio de etiquetado, si se consideran de ayuda para el consumidor.

 

 

Un truco: el color importa

 

 

Como es lógico, el usuario puede sentir una cierta confusión a la hora de valorar la etiqueta energética de su electrodoméstico, haciéndose preguntas como: “¿Esta etiqueta es vieja o nueva?” “¿A este electrodoméstico se aplicaba la etiqueta nueva o la vieja?” “¿Esta A o esta B es una buena certificación?”. Por ello, puedes utilizar un truco: los colores, pues en la etiqueta energética antigua y en la actual se emplea el mismo sistema de colores para determinar si es eficiente o no. Esos colores son:

 

 

Verde: muy eficiente

 

Verdes claros: eficiente

 

Amarillo: intermedio

 

Naranjas: poco eficientes

 

Rojo: muy poco eficiente

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