Ante el aumento de los costos en los suministros de energía eléctrica, muchos usuarios se preocupan por el consumo de los electrodomésticos en sus hogares. La vitrocerámica es uno de los electrodomésticos más comunes en las cocinas modernas y puede contribuir significativamente al consumo de energía en un hogar. Por eso, en este post, hablaremos de cuánto consume una vitrocerámica y cómo podemos usarla para ahorrar energía.

¿Cuánto gasta una vitrocerámica?

El consumo de energía de una vitrocerámica depende de varios factores, como el tamaño de la placa y su potencia, la frecuencia de uso y la eficiencia energética del modelo. Una placa de vitrocerámica de tamaño medio consume alrededor de 1,5 kW por hora cuando está funcionando a su máxima potencia. Si la usamos durante una hora al día, consumirá alrededor de 45 kW al mes. Sin embargo, si la usamos diariamente durante varias horas, el consumo de energía aumentará significativamente.

Para conocer el consumo de energía exacto de una vitrocerámica, es importante tener en cuenta su etiqueta energética. La eficiencia energética se clasifica de la A a la G, siendo A la más eficiente. Las vitrocerámicas con una etiqueta energética A o superior son las más eficientes y, por lo tanto, las que menos consumen energía. En cambio, las vitrocerámicas con una etiqueta energética D o inferior consumen mucha más energía.
 

¿Cómo debemos usarla para ahorrar energía?

Ahorrar energía es clave para reducir la factura de la luz y contribuir al medio ambiente. Para utilizar la vitrocerámica de manera eficiente y ahorrar energía, podemos seguir los siguientes consejos:

• Utilizar ollas y sartenes con un diámetro adecuado al tamaño de la placa, ya que si son más grandes, la placa tardará más tiempo en calentarlas, consumiendo más energía.
• Cocinar con la tapa puesta, ya que ayuda a mantener el calor dentro de la olla o sartén, reduciendo el tiempo de cocción y, por lo tanto, el consumo de energía.
• No precalentar la placa de la vitrocerámica. A menos que sea absolutamente necesario, no es necesario precalentar la placa antes de cocinar. Esto no solo consume energía adicional, sino que también puede aumentar el riesgo de quemaduras.
• Utilizar la función de calor residual. Muchas vitrocerámicas tienen una función de calor residual que mantiene la placa caliente después de apagarla. Podemos aprovechar este calor para terminar de cocinar los alimentos, evitando volver a encender la placa y, por lo tanto, ahorrando energía.
• Mantener la vitrocerámica limpia. Una vitrocerámica sucia o con restos de comida puede aumentar el tiempo de cocción y el consumo de energía. Limpiarla regularmente y mantenerla libre de residuos puede ahorrar energía y prolongar su vida útil.

Vitrocerámicas eficientes y de calidad

En definitiva, si buscas una vitrocerámica eficiente y de calidad, te recomendamos que consideres los modelos de Grundig. Estas vitrocerámicas cuentan con tecnología avanzada y un diseño moderno, que te permitirá ahorrar energía y disfrutar de una cocina más cómoda y segura. Así que no lo pienses más y elige una vitrocerámica de Grundig para disfrutar de todos sus beneficios.