A nadie le gusta ver comida buena desechada, pero eso puede darse. Esas manzanas extra que tienes en oferta en el supermercado empiezan a echarse a perder. Las sobras que planeabas reutilizar han perdido su atractivo, y por lo tanto, pides comida a domicilio. Si bien no parece demasiado en ese momento, todo suma. Solo en la UE, desperdiciamos casi 88 millones de toneladas de alimentos al año. Afortunadamente, hay muchas cosas que se pueden hacer para reducir el desperdicio de alimentos en el hogar. Estos son algunos simples consejos que protegen el medio ambiente (y también, su cuenta bancaria).
1. Compra menos cantidad y más a menudo
La aparición de grandes supermercados ha alterado nuestros hábitos de compra. Las opciones de ofertas pueden ser abrumadoras y, si bien los descuentos por volumen parecen ser interesantes, a menudo nos llevan a comprar más cantidad de la que realmente necesitamos. Una buena manera de ahorrar comida, dinero y tiempo es evitarlos lo máximo posible. Por supuesto, un gran supermercado es útil de vez en cuando para llenar la despensa, pero intenta comprar artículos frescos como verduras y pan regularmente y en tiendas o mercados más pequeños. No solo te alentará a comer lo que tienes, sino que también es una forma de mantener el dinero en tu círculo de economía local.
2. Confía en tu congelador
Hay muchos alimentos que pueden congelarse fácilmente, desde frutas hasta huevos, desde platos asados hasta sobras. Aprovechar tu congelador no solo significa recudir el desperdicio de alimentos, sino que también hace que los ingredientes saludables y las comidas caseras sean fácilmente accesibles. Prueba a cocinar por lotes y a congelar las comidas en porciones, de modo que siempre tengas algo sabroso a mano, o prueba a congelar por trozos, como las cáscaras de vegetales y cítricos para volver a usarlos en otro momento. Mantén las frutas congeladas accesibles para obtener un batido rápido o un tentempié saludable.
3. En caso de duda, compost
Si tus sobras ya no sirven para comer, asegúrate de tener cerca un recipiente para compost. Puedes recolectarlo, o incluso usarlo tú mismo para cultivar hierbas y verduras en casa. Si no tienes espacio exterior, no te preocupes. ¡Intenta construir un jardín de hierbas interior junto a una ventana soleada (o con la ayuda de algunas lámparas adicionales), y transforma tu hogar en un oasis comestible!
4. Ama lo que otros desechan
Muchas frutas y verduras perfectamente comestibles se desechan debido a sus formas torcidas, mientras que los cortes no habituales de la carne y los huesos a menudo se desperdician. Crear una buena relación con tu frutero y tu carnicero es una excelente manera de ahorrar dinero y aprovechar al máximo los productos que otros no conocen. Intenta comprar bananas marrones con descuento para hornear, congélalas para preparar batidos, o recoge huesos del carnicero para cocinar caldos y sopas épicas.
5. Planea con anticipación
Es útil planificar las comidas de la semana y pensar en cómo las sobras pueden llegar a formar parte de diferentes platos. Tómate unos minutos para organizar tu estrategia antes de dirigirte a las tiendas. Inspírate con cualquier fruta y verdura de temporada, ya que esto implicará ingredientes más frescos y más baratos con menor distancia recorrida. Preparar tus comidas contando con productos de temporada es una forma sencilla de mantener sus comidas saludables (y deliciosas).
Fuentes: https://ec.europa.eu/food/safety/food_waste_en
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