La mandarina es una fruta que podemos utilizar sin desperdiciar ninguna parte de ella, desde la cáscara hasta sus semillas.

¡Empecemos a pelarlo!

La cáscara de mandarina emite olores que se pueden utilizar en muchas áreas.

1. Puedes rallar la cáscara o molerla hasta convertirla en polvo. Se puede utilizar en bizcochos, muffins o bollería.
2. Coloca la cáscara directamente en el aceite de oliva, espera unas semanas. Tendrás un aceite que perfeccionará el sabor de tus ensaladas.
3. Prepara ralladura y úsala con jugosas carnes y pollos.
4. Cubre las cáscaras finas con chocolate y congélalo en el frigorífico para más tarde.
5. Haz té hirviendo las cáscaras.
6. Mézclalo con agua, vinagre y sal para obtener un limpiador natural.

¡Es hora de comer!

Aunque no es fácil coger las mandarinas de las ramas para comerlas hoy en día,  las consumimos con frecuencia. Podemos comer mandarina o usarla de otras maneras. En ensaladas verdes o de frutas, la mandarina se convertirá en un plato exquisito con color y sabor. Con su jugo recién exprimido, te ayudará a comenzar bien el día. Puedes mezclar la pulpa restante con agua de botella y tener una bebida fresca durante todo el día. También puedes hacer helado o té de frutas con la pulpa sobrante. En lugar de usar leche en tus pasteles o muffins, puede agregar un poco de jugo de mandarina.

Aunque no nos gusten las semillas de las mandarinas, hay un lugar que las adora: ¡la tierra! Dado que el mandarino no ocupa mucho espacio, puedes cultivarlo fácilmente incluso en un rincón de tu casa.

Poner las cáscaras de mandarina directamente en tu compuesto no funcionará bien. Por este motivo, sería mejor dejarlo directamente en la tierra.

Deberíamos aprovechar al máximo los alimentos que nos ha dado la naturaleza y no debemos desperdiciar nada de ella. Vamos dando pequeños pasos pero sabemos que hay más. Por un futuro mejor. ¡Demos un pequeño paso hacia un futuro mejor!

Si quieres saber sobre la familia de los cítricos, aquí está Conoce tu comida: ¡Naranjas!