Cuando tu nevera pierde agua por la parte de abajo, puede suponer un problema que afecte tanto al funcionamiento del electrodoméstico como al estado general de tu cocina. Si no se soluciona a tiempo, el agua acumulada puede dañar el suelo, generar malos olores e incluso acortar la vida útil de la nevera.
Existen varias razones por las cuales tu nevera podría estar perdiendo agua, y cada una requiere de una atención y solución específica. En este artículo, veremos las causas más comunes de este problema y te daremos soluciones prácticas para solucionarlo de manera efectiva.
Esto podría estar pasando si tu nevera pierde agua por debajo
Si te has dado cuenta de que tu nevera pierde agua por debajo, hay varias causas posibles que podrían estar detrás de este problema. A continuación, te detallamos las razones más comunes por las que esto podría suceder, junto con sus respectivas soluciones.
El desagüe de descongelación está obstruido
Uno de los problemas más comunes que puede ocasionar que tu nevera pierda agua por debajo es una obstrucción del desagüe de descongelación. Muchas neveras modernas cuentan con un sistema de descongelación automática, que permite que el hielo o la escarcha se derritan periódicamente para evitar que se acumulen en el congelador. Durante este proceso, el agua se drena a través de un pequeño desagüe hacia una bandeja en la parte inferior del aparato.
Si este desagüe se bloquea con restos de alimentos, polvo o suciedad, el agua no podrá drenar correctamente y se acumulará en el fondo de la nevera. Este problema es frecuente en neveras con mucho uso o en lugares donde la limpieza no se realiza con la frecuencia necesaria.
Solución: Para resolver este problema, primero localiza el desagüe de descongelación, que normalmente se encuentra en el compartimiento del congelador o en la parte inferior de la nevera. Usa un palillo, una percha o un tubo flexible para despejar cualquier obstrucción que impida el paso del agua. Si no puedes eliminar la obstrucción por ti mismo, es recomendable que contactes a un técnico especializado para que realice una limpieza profunda.
El sistema de drenaje del frigorífico está dañado
Si el sistema de drenaje está dañado o deteriorado, no será capaz de evacuar correctamente el agua de descongelación, lo que provocará que se acumule en el fondo de la nevera. Esto puede suceder por diversas razones, como un tubo roto, una junta defectuosa o una fuga en las conexiones del sistema.
Solución: Si detectas que el sistema de drenaje está dañado, será necesario repararlo o reemplazarlo. Dependiendo de la gravedad del daño, esta reparación puede implicar la sustitución de las piezas dañadas o la reconfiguración del sistema. Es importante que un profesional realice esta reparación para asegurar que el frigorífico funcione de manera óptima.
La puerta de la nevera no cierra correctamente
Una puerta que no cierra correctamente puede ser una causa común de pérdida de agua. Si la puerta de la nevera no se cierra bien, el aire caliente del entorno puede entrar en el frigorífico, lo que hace que el sistema de descongelación se active con mayor frecuencia. Esto genera más agua, que no podrá ser evacuada adecuadamente si el sistema de drenaje no está funcionando correctamente.
Además, el aumento de humedad dentro de la nevera puede provocar la acumulación de agua en el fondo.
Solución: Para solucionar este problema, primero revisa que la junta de la puerta no esté sucia, rota o desgastada. Si hay suciedad, límpiala con un paño suave. Si la junta está rota o no sella correctamente, puede ser necesario reemplazarla. Además, asegúrate de que la puerta no esté obstruida por alimentos u objetos que impidan que cierre herméticamente.
El nivel de la nevera no está equilibrado
Otra causa común de las fugas de agua en la parte inferior de la nevera es que el aparato no esté nivelado. Las neveras tienen un sistema de drenaje que depende de que el aparato esté perfectamente equilibrado para que el agua fluya correctamente hacia el desagüe. Si la nevera está desequilibrada, el agua puede acumularse en lugar de ser evacuada.
Solución: Usa un nivel de burbuja para comprobar si tu nevera está correctamente equilibrada. Si encuentras que una de las patas está más alta que la otra, ajusta las patas de la nevera hasta que esté nivelada. Esto permitirá que el agua fluya hacia el desagüe de manera adecuada y evitará que se acumule en el fondo.
El evaporador está congelado
En algunas neveras, el evaporador (una de las partes clave del sistema de refrigeración) puede congelarse debido a un mal funcionamiento del termostato o del sistema de descongelación. Si el evaporador se congela, puede impedir que el agua de descongelación se drene correctamente, lo que causará acumulación de agua en el fondo del frigorífico.
Solución: Si sospechas que el evaporador está congelado, apaga el frigorífico y deja que se descongele completamente durante unas horas. Una vez descongelado, asegúrate de que el sistema de descongelación esté funcionando correctamente. Si el problema persiste, es recomendable que un técnico revise el termostato o el sistema de descongelación para determinar si hay una falla en el sistema.
Mantén tu nevera en buen estado y sin fugas
Si tu nevera está perdiendo agua, es fundamental abordar el problema lo antes posible para evitar que cause más daños y garantizar su buen funcionamiento. Siguiendo los consejos y soluciones mencionados, puedes resolver la mayoría de estos problemas por ti mismo.
Para mantener tu nevera en perfecto estado, recuerda realizar un mantenimiento regular y asegurarte de que todos los componentes estén funcionando correctamente. Si necesitas una nueva nevera con tecnologías avanzadas y eficiencia energética, echa un vistazo a los modelos de frigoríficos Grundig, que garantizan la calidad y fiabilidad en tu hogar.
Compartir