Remolachas Asadas con Pomelo y Romero

Si ya te encantan las remolachas, te harás fan de esta receta de remolachas asadas sin necesidad de pelarlas. Si aún no te gustan las remolachas, este método de asado podría hacer que cambies de opinión.

Paso a paso

1. Precalienta el horno a 200°C. Mezcla las remolachas con ¼ de taza de aceite en una fuente para hornear de 33x23 cm, sazona con sal. Vierte agua suficiente para apenas cubrir el fondo de la fuente. Cubre bien con papel de aluminio (quieres que se forme vapor) y asa las remolachas hasta que un cuchillo pequeño las atraviese fácilmente, entre 60 y 75 minutos.
   
   
2. Deja que las remolachas se enfríen, luego retira la piel usando una toalla de papel. Corta las remolachas en trozos irregulares (de unos 5 cm) y transfiérelas a un bol mediano. 
   
   
3. Con un pelador de vegetales, retira dos tiras de cáscara de pomelo de 5 cm (tratando de no llevarte la parte blanca) y corta la cáscara en tiras finas a lo largo; reserva para servir.
   
   
4. Corta el pomelo por la mitad y exprime el jugo sobre las remolachas. Añade las chalotas y el vinagre, sazona generosamente con sal y mezcla bien para cubrir todo. Deja reposar por 15 minutos para que las chalotas se ablanden ligeramente.
   
   
5. Calienta ¼ de taza de aceite en una sartén pequeña a fuego medio. Añade el romero y cocina, revolviendo con frecuencia, hasta que deje de chisporrotear, unos 15 segundos. Con una espumadera, transfiere el romero a papel de cocina y deja que se escurra; sazona con sal.
   
   
6. Coloca las remolachas en una bandeja; rocíalas con más aceite y cubre con el romero frito y la cáscara de pomelo.
   
   Anticípate: Las remolachas se pueden asar 2 días antes. Retira las pieles, cúbrelas y refrigéralas. Deja que alcancen la temperatura ambiente antes de cortarlas. El romero se puede freír con 3 horas antes. Déjalo reposar a temperatura ambiente.