El sosiego de nuestra cocina se ve a menudo interrumpido por un sonido persistente y, a veces, desconcertante que emana de un electrodoméstico indispensable: la nevera. Este ruido, que se hace notar incluso con la nevera cerrada, puede oscilar entre un zumbido suave hasta un cliqueo o traqueteo constante, perturbando la tranquilidad del hogar. Este artículo no solo desentrañará las causas subyacentes detrás de este fenómeno sino que también ofrecerá soluciones prácticas y eficaces para restaurar el silencio en tu espacio culinario.

¿Por qué mi nevera hace ruido cuando está cerrada?

El misterio detrás del ruido de la nevera se puede atribuir a varios factores, cada uno con su propia dinámica y solución:

• El trabajo incansable del compresor: el corazón de tu nevera, el compresor, trabaja diligentemente para mantener tus alimentos frescos. Aunque un cierto nivel de sonido es normal durante su funcionamiento, un ruido excesivo puede indicar desde el desgaste natural hasta problemas más complejos en el sistema de refrigeración.

• Los ventiladores: estos componentes vitales circulan el aire frío para una distribución uniforme dentro de la nevera. Si encuentran obstáculos en su camino o si fallan, pueden emitir ruidos en la nevera inusuales que rompen la calma, impactando no solo el ambiente sino también la eficiencia energética del frigorífico.

• El equilibrio justo: una nevera que descansa sobre un suelo desigual puede generar vibraciones y ruidos al estar cerrada debido a un desequilibrio en el funcionamiento de sus componentes internos. 

• El evaporador: la acumulación de hielo alrededor del evaporador puede interrumpir el flujo de aire y forzar al ventilador a trabajar más de la cuenta, produciendo que la nevera haga ruido.

• Las bandejas y componentes sueltos: componentes internos que no están bien asegurados pueden vibrar y resonar con el funcionamiento de la nevera, agregando su propio coro al ensamble de ruidos.

• El agua de deshielo: en sistemas con descongelación automática, el agua del deshielo puede crear ruidos al producirse goteos sobre el panel.

¿Cómo arreglar una nevera que hace ruido?

Una vez que hemos afinado nuestras orejas y detectado la fuente del problema, es momento de encontrar la solución. A continuación, se presentan posibles soluciones para cada situación:

• Nivelación maestra: utiliza un nivel de burbuja para comprobar que repose en perfecta armonía con el suelo. Ajusta las patas niveladoras para alcanzar el equilibrio deseado; ten en cuenta el peso de tu nevera a la hora hacerlo, y si es necesario pide una mano extra.

• Descongelación artesanal: si la acumulación de hielo es el problema, apagar la nevera y permitir que el hielo se derrita naturalmente puede devolver la calma a tu cocina.

• Limpieza de ventiladores y reemplazo si es necesario: mantén estos componentes libres de obstrucciones y realiza una limpieza periódica. Si detectas daños, considera el reemplazo de las piezas afectadas.

• Ajuste de componentes internos: realiza una inspección visual y asegúrate de que todos los elementos internos estén correctamente colocados y fijos en su lugar, evitando así vibraciones no deseadas.

• Consultoría técnica: para diagnósticos más complejos relacionados con el compresor o el sistema de refrigeración consulta con un técnico cualificado.

Mantenimiento preventivo para una nevera que hace ruido

Prevenir siempre será más melodioso que tener que solucionar. Incorpora estas prácticas a tu sinfonía diaria para  evitar que una nevera haga ruido:

• Revisión anual del equilibrio: con el tiempo, incluso los suelos más firmes pueden ceder levemente bajo el peso constante de una nevera. Realizar una revisión anual de la nivelación de tu nevera puede evitar vibraciones y ruidos futuros. Si es necesario, realiza los ajustes pertinentes en las patas niveladoras para asegurar que tu nevera esté perfectamente horizontal.

• Ritual de descongelación periódica: incluso en el mundo moderno de la refrigeración, la formación de hielo puede ser un problema en neveras sin un sistema de descongelación automático eficiente. Establece una rutina de descongelación basada en las recomendaciones del fabricante para evitar la acumulación de hielo y mantener el flujo de aire sin obstrucciones.

• Limpieza del condensador y los ventiladores: mantener estos componentes libres de polvo y pelusa garantiza un funcionamiento óptimo y silencioso de tu nevera. Usa un cepillo suave o un aspirador con un accesorio para cepillo para limpiar delicadamente las bobinas del condensador y asegúrate de que los ventiladores giren libremente sin obstrucciones.

• Auditoría de los sellos de la puerta: los sellos de la puerta pueden desgastarse y perder su eficacia con el tiempo. Revísalos periódicamente para asegurarte de que estén limpios y libres de daños. Un sello defectuoso puede permitir que el aire frío se escape, forzando al electrodoméstico a trabajar más de lo necesario y produciendo consecuentemente ruido en la nevera.

Serenidad asegurada junto a Grundig

En Grundig, creemos que la cocina es el corazón del hogar, un lugar de encuentro y creación donde la armonía debe reinar. Por ello, nuestras neveras están diseñadas no solo para preservar tus alimentos con la máxima eficiencia, sino también para hacerlo con la mínima intrusión acústica. Con tecnología avanzada de aislamiento acústico y componentes de precisión, las neveras Grundig se destacan por su silencioso funcionamiento.

Además, la eficiencia energética y la sostenibilidad son notas clave en la sinfonía de nuestro compromiso con el planeta y con nuestros consumidores. Al elegir nuestras neveras, eliges un electrodoméstico que cuida tus alimentos, tu bienestar y el medio ambiente.