¿Sabes diferenciar vegetarianismo y veganismo? Te contamos sus ventajas y desventajas para que puedas concienciarte
Vegetarianismo y veganismo: ¿Cuál es más saludable?
Seguir una dieta vegetariana o una dieta vegana son decisiones difíciles de tomar y, por ello, valientes. Si ese es tu caso, quizás te estés planteando qué diferencias hay entre una y otra y cuál es más saludable. En este post te lo contamos y te recordamos que los electrodomésticos de Grundig son ideales para llevar a cabo estas dietas, como demuestran por ejemplo nuestros frigoríficos con un amplio espacio destinado a la óptima conservación de frutas y verduras.
Diferencias entre la dieta vegetariana y la dieta vegana
Las personas que siguen una dieta vegetariana tienen en común una cosa con aquellas que optan por una dieta vegana: han decidido prescindir de la carne en su alimentación. Y en ello incluimos el pescado y el marisco, aunque algunos vegetarianos no duden en saltarse esta premisa de vez en cuando.
La lista de productos que se pueden tomar en ambas dietas es muy variada. Por ejemplo, tanto veganos como vegetarianos pueden comer fruta de todo tipo, pero también pueden comer verduras y hortalizas (tomate, pepino, cebolla, lechuga, acelgas, espinacas…), legumbres (guisantes, habas, lentejas, etc.), tubérculos (patatas, boniatos, zanahorias,etc.), frutos secos, cereales (arroz, pasta de trigo, quinoa, etc.), semillas (lino, chía, etc.), algas y leches de origen vegetal.
Pero las personas veganas van más allá: no solo se conforman con prescindir de la carne, sino que también evitan comer cualquier producto que tenga procedencia animal. Es decir, rechazan la leche y los productos lácteos que usan leche de vaca, oveja o cabra, y tampoco comen huevos, mantequilla de origen animal ni miel.
En cambio, existe un término medio: el vegetariano que sí come alguno de estos productos. En concreto, se puede hablar de:
Lactovegetariano: vegetariano que sí toma lácteos de origen animal, pero no huevos ni miel
Ovovegetariano: vegetariano que sí toma huevos, pero no lácteos de origen animal ni miel
Apivegetariano: vegetariano que sí toma miel, pero no lácteos de origen animal ni huevos
¿Cuál es más saludable?
Conviene decir, antes de nada, que llevar una dieta vegetariana o una dieta vegana no es, en todos los casos, sinónimo de vida saludable: hay productos en estas dietas que pueden ser ultraprocesados y tener un alto porcentaje de grasas saturadas, lo cual no es precisamente bueno para la salud.
En cualquier caso, si se opta por comer fruta y por comer verdura fresca, entonces tanto la dieta vegetariana como la dieta vegana se convierten en opciones plenamente saludables. Pero, ¿cuál lo es en mayor medida?
En este punto hay diversidad de criterios por parte de dietistas y nutricionistas expertos, y los estudios existentes también aportan matices importantes, con diversas conclusiones. Hay que tener en cuenta que ambas elecciones pueden conllevar un déficit de determinados nutrientes para el organismo, que las personas pueden contrarrestar por medio de suplementos. Por ejemplo, se asocia a personas veganas un déficit de ácidos grasos omega-3, así como calcio, fósforo y vitamina D.
Pero resuelto ese déficit, algunos estudios sugieren las siguientes ideas:
Las personas veganas suelen mantener sus niveles de colesterol más bajos
Las personas veganas suelen tener un IMC (Índice de Materia Corporal) más bajo, es decir, tienen menor riesgo de obesidad
Las personas veganas suelen ser más estrictas y exigentes en cuanto a la composición e ingredientes de sus alimentos, con menor tolerancia hacia los considerados poco saludables
Por tanto, no todo es blanco o negro y la consideración de “opción más saludable” también está ligada a los hábitos allimenticios y no alimenticios de cada persona, pues influyen tanto o más que los alimentos que se ingieren: practicar ejercicio de manera habitual, beber agua en abundancia, limitar el consumo de azúcar, rechazar hábitos no saludables como fumar o beber alcohol, etc.
Vegetarianismo y su relación con la contaminación
Además de las semejanzas y diferencias entre la dieta vegetariana y la dieta vegana, merece la pena detenerse en otro aspecto que ambas tienen en común: suelen estar asociadas a la sostenibilidad del planeta.
Por supuesto, puede haber plantaciones agrícolas que sean una amenaza para los hábitats naturales, sobre todo cuando surgen como consecuencia de la deforestación o con el uso inadecuado de productos químicos (herbicidas, fungicidas, insecticidas, fertilizantes, etc.). Sin embargo, la producción y los consumidores que hacen posibles la dieta vegetariana y la dieta vegana suelen estar relacionados con las siguientes ideas, que son netamente beneficiosas para el medio ambiente:
Rechazo a las macrogranjas, que son gigantes centros de producción cárnica que emiten numerosas toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, absorben grandes recursos hídricos de la zona y generan enormes cantidades de residuos
Rechazo a la deforestación para liberar terrenos destinados a pastos
Mayor respaldo a la producción alimentaria ecológica, que evita el uso de productos nocivos para la naturaleza, como sustancias químicas
Mayor concienciación acerca del respeto del ritmo natural de la naturaleza, evitando en la medida de lo posible las plantaciones masivas e intensivas, algo que suele estar relacionado con la producción cárnica a gran escala
Fomento de la biodiversidad en los cultivos, pues el consumo humano así lo requiere, a diferencia de la producción destinada a alimentación del ganado, más tendente al monocultivo
El estilo de vida de las personas vegetarianas y veganas fomenta la sostenibilidad también en otras industrias no alimentarias, como la textil, rechazando en ellas el uso de materias primas procedentes de animales o la experimentación con ellos
Por todo ello, la dieta vegana y la dieta vegetariana son pequeños granitos de arena de cara al gran objetivo de nuestro tiempo: la sostenibilidad del planeta, algo que se consigue reduciendo la contaminación y conservando a largo plazo nuestros hábitats naturales, entre otras medidas.
Y como detalle adicional, los electrodomésticos de Grundig que están relacionados con la alimentación también ponen su granito de arena para reducir la contaminación y contribuir a la sostenibilidad del planeta. Por ejemplo, con frigoríficos de consumo eléctrico realmente bajo o con lavavajillas que necesitan una menor cantidad de agua para completar sus ciclos de lavado.
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