Y como prueba de ello, aquí te mostramos 4 cosas que quizás desconocías pero que te vendrá muy bien saber en una decisión tan importante como elegir una campana extractora para tu hogar. 

#1 ¿Extracción o recirculación? Mejor los dos

A la hora de entender cómo funciona una campana extractora, es fundamental distinguir entre los dos grandes sistemas: el de extracción y el de recirculación.

• Campanas con sistema de extracción: son las más clásicas y habituales. Aspiran el aire, humo o vapor de la cocina, atrapan sus partículas mediante filtros y expulsan el aire filtrado al exterior.

Su principal ventaja es la eficacia en la absorción y en la expulsión de partículas del ambiente de la cocina, mientras que su gran desventaja radica en el coste derivado de las eventuales obras de albañilería para instalar un conducto con salida directa al exterior, si no lo tiene ya

• Campanas de recirculación: no tienen conexión directa con el exterior, de modo que el aire aspirado y filtrado se devuelve de nuevo a la estancia. En este caso, los filtros que monta deben ser mucho más eficaces (normalmente de carbono) para garantizar que el aire devuelto a la cocina mantiene una buena calidad y es apto para ser respirado.
  

Sus principales ventajas son la facilidad de instalación y su bajo coste, por no necesitar obras de acondicionamiento del espacio. Por ello, son una elección habitual en segundas residencias o en cocinas que no se usan de manera intensiva

Teniendo en cuenta ambos métodos, muchos usuarios que se preguntan cómo elegir una campana extractora comparan ambos sistemas para decantarse por uno u otro. 

Pero, ¿y si en vez de elegir uno de los dos métodos se pudieran seleccionar los dos? O mejor dicho: ¿hay modelos que pueden trabajar de ambas formas? Con Grundig, sí, puesto que nuestras campanas extractoras cuentan con una función opcional de recirculación, con sus correspondientes filtros de carbono, de modo que son modelos válidos para todo tipo de cocinas.

#2 Los filtros pueden cambiarse o lavarse… y te lo recuerdan

Los filtros son un elemento clave para entender cómo funcionan las campanas extractoras, puesto que son los verdaderos encargados de purificar el aire. Pero para que puedan realizar de manera efectiva esa tarea, deben estar limpios y cambiarse de manera periódica. El plazo de sustitución varía de un modelo a otro, y deberás tomar como referencia lo indicado en el manual de instrucciones de tu modelo, aunque también depende del tipo de filtro. Por ejemplo, los filtros de aluminio se pueden lavar, y conviene hacerlo una vez al mes, aproximadamente. Los filtros de carbono, en cambio, no son lavables sino que se deben sustituir cada 4 meses más o menos.

Pero estas cifras son solo orientativas y todo dependerá de la frecuencia e intensidad con las que el usuario utiliza su placa de cocina. Por ello, muchos modelos cuentan con un indicador de saturación de filtros: este indicador informa de la suciedad que lleva acumulada el filtro y señala la necesidad de lavarse o cambiarse, pues han perdido su eficacia.

#3 Apagado automático, para desentenderse

Si todos los electrodomésticos de la cocina son cada vez más automáticos, ¿por qué las campanas extractoras no habrían de serlo? De hecho, no solo disponen de esta funcionalidad, sino que muchos usuarios la ponen como un ‘imprescindible’ a la hora de tomar una decisión tan importante como elegir una campana extractora.

Los modelos más avanzados cuentan con esta función que se activa mediante sensor. Es decir: la campana es capaz de reconocer si se está cocinando algo sobre la placa y, más concretamente, si se está generando el volumen de humo o vapor suficiente como para activar la extracción. Cuando ha dejado de darse esa condición, la campana se desactiva por sí sola.

No obstante, también existen otros tipos de apagado automático. Por ejemplo, el de seguridad, que propicia que la campana se apague sola después de varias horas de uso, pues eso hace suponer que el usuario se ha olvidado de desconectarla manualmente. O también el apagado mediante temporizador, que se utiliza para que este electrodoméstico se apague al cabo de un tiempo específico e indicado por el usuario, especialmente para desactivarla cuando ha terminado de cocinarse un guiso sobre la placa, o pocos minutos después.

#4 La importancia de la luz para cocinar

A menos que cuentes con una ventana al otro lado de la placa de cocina (lo cual no es muy habitual, por cierto), tu placa de cocina no estará bien iluminada solo con las luces de la estancia: al situarse en el techo y en el centro, el cuerpo del usuario hará sombra sobre la placa, provocando que los alimentos se muestren más oscuros de lo habitual. Y ya se sabe que la inspección visual es uno de los aspectos fundamentales para determinar cuándo ha terminado la cocción de un alimento.

Igual que el microondas y el horno, que tienen su luz integrada para poder visualizar el estado del alimento que estamos cocinando, en este sentido las campanas extractoras acuden al rescate: cuentan con iluminación integrada. Esa iluminación es la mejor que se puede proyectar sobre la placa porque, al estar situada sobre ella, no habrá nada entre ambas que genere sombra ni matice el color de la luz. De hecho, las luces LED de las campanas actuales a menudo pueden regularse en intensidad y color, sin proporcionar calor adicional. Por ello, esta se puede considerar una funcionalidad adicional de lo más interesante: aunque no tiene nada que ver con la extracción, supone una ayuda muy útil para cocinar.

Recirculación opcional, indicador de saturación de filtros, apagado automático e iluminación LED. Si no se conocen estas cuatro funcionalidades, ningún usuario podrá decir que sabe cómo funciona una campana extractora, ni tampoco podrá resolver la cuestión de cómo elegir una campana extractora. 

Conoce nuestros modelos y descubre cuáles incorporan esas funciones; solo así podrás seleccionar adecuadamente tu modelo. 

Si necesitas más información acerca de cómo mantener una campana extractora, te damos más consejos en este otro post.